Foto del iracundo Rajoy, el simplon y pelele, colocado para ser manejado al antojo de los mas poderosos.
El Observatorio de la Deuda en la Globalización (ODG), el
Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL) y Ecologistas
en Acción denuncian que, con la defensa de Repsol, el Gobierno apuesta
por el cambio climático, el no respeto a los derechos humanos, la
contaminación ambiental, la pérdida de biodiversidad, la evasión de
impuestos, un modelo neocolonial de relaciones internacionales, la
destrucción de empleos, los intereses de muy pocas personas (muchas de
las cuales no son españolas) y un modelo energético obsoleto.*
Repsol
ha mostrado una absoluta indiferencia ante los derechos de las
poblaciones indígenas en América Latina. Sin salir de Argentina, en el
yacimiento de Cerro Bandera, los derechos de la comunidad mapuche Lonko
Purran fueron sistemáticamente violados. En el yacimiento de Loma de la
Lata sus habitantes, también mapuches, tienen hasta 17 metales pesados
en su sangre, sufren trastornos nerviosos, enfermedades en la piel y
hasta se han dado casos de anencefalia fetal. Por estos casos y otros
similares, la empresa fue juzgada y condenada por el Tribunal Permanente
de los Pueblos desde 2006.
Repsol es un agente importante en el
calentamiento global. Las emisiones directas de la compañía ascienden a
unos 30 millones de toneladas de CO2 equivalente. Pero esto solo es
una parte ínfima de su responsabilidad en el cambio climático, ya que
habría que sumarle las emisiones como consecuencia de la quema de los
combustibles fósiles que produce, lo que supone más de 1.000 millones de
toneladas de CO2 equivalente en un año. Las emisiones totales del
Estado español en un año están en torno a los 400 millones de toneladas
de CO2 equivalente.
Repsol actúa activamente en la pérdida de
biodiversidad. Sus actividades extractivas están presentes en el Parque
Nacional Madidi, Reserva de la Biosfera Pilon Lajas, Parque Nacional
Isiboro Sécure, Parque Nacional Amboró, Parque Nacional Aguaragüe (todos
en Bolivia), Parque Nacional Yasuni (Ecuador), o la Reserva Llancanelo
(Argentina).
Repsol pretendía explotar los recursos del campo
argentino de Vaca Muerta, recientemenete descubierto. Este campo
contiene petróleo de esquisto. Para extraer ese crudo es necesario
inyectar en el subsuelo grandes cantidades de substancias químicas,
envenenándolo para siempre. Mientras otros países, como Francia, han
prohibido ésta práctica por sus graves impactos, Repsol pretendía
llevarla a cabo en Argentina.
Repsol representa un modelo de
explotación neocolonial al que multinacionales "españolas" se apuntaron
desde los años 90. Repsol compró YPF a un precio por debajo de su valor
real. Para ello se subestimaron las reservas y se saneó la empresa con
dinero público argentino antes de venderla. Por supuesto, tras la
compra de YPF, el Tesoro Argentino perdió una parte importante de la
renta petrolera que recibía. Repsol compró YPF por 13.158 millones de
dólares en 1999. Ahora la empresa española se retiraría con un saldo
positivo de 8.813 millones de dólares, aún sin indemnización. El golpe
del Gobierno argentino es una prueba clara de que la correlación de
fuerzas está cambiando.
Repsol es un ejemplo de empresa que
evade impuestos. Es una de las multinacionales con sede en España (que
no española) que cuenta con más presencia en paraísos fiscales, en
donde tiene 13 filiales a través de las cuáles minimiza el pago de
impuestos.
Repsol no crea empleos, sino que los ha estado
destruyendo. El ejemplo de YPF tras su compra es paradigmático, pues
miles de personas fueron despedidas. YPF tenía más de 55.000
trabajadores, de los que solo quedaron unos 6.00 después de la
privatización. Además, la búsqueda de la competitividad le ha llevado a
rebajar las condiciones de seguridad de sus plantas, lo que está
detrás de la muerte de 9 trabajadores en la refinería de Puertollano.
Repsol
no es una empresa española, simplemente tiene su sede en el Estado
español. La mayoría de su accionariado está radicado en el exterior.
Además, la defensa de sus accionistas es la defensa de los intereses
privados de un porcentaje ínfimo de la población.
Por último,
Repsol es el paradigma de un modelo energético con los días contados.
En Argentina el pico del petróleo se había alcanzado en 1999 y, desde
entonces, la producción de sus campos era decreciente. Ni la
explotación del yacimiento de Vaca Muerta, ni otros como los que
pretende explotar Repsol en Canarias o en la costa brasileña van a
cambiar sustancialmente el panorama de agotamiento de los combustibles
fósiles.
En conclusión, Ecologistas en Acción, OMAL y el ODG
denuncian que al defender Repsol, el Gobierno: NO defiende los
intereses de la ciudadanía; dedicando los tan necesitados fondos
públicos al servicio del interés de unos cuantos, que actúan en total
impunidad social, ambiental y fiscal. Exigimos que se ponga fin a ello,
ahora.
Este artículo es firmado por el Observatorio de la Deuda en la Globalización (ODG), Observatorio de
Multinacionales en América Latina (OMAL) y Ecologistas en Acción
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=148236
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