Sonrisas de Bombay

martes, 17 de mayo de 2011

Islandia, en la encrucijada bancaria

Islandia, en la encrucijada bancaria

Bruselas exige al país que cumpla con los compromisos que le corresponden por ser miembro del Espacio Económico Europeo

Día 12/04/2011
 
La decisión tomada por los ciudadanos islandeses este fin de semana de no hacer frente a los cerca de 4.000 millones de euros que su país debe a Reino Unido y Holanda, por la quiebra del banco Icesave en 2008 y después de que estos dos países garantizaran los depósitos de sus ciudadanos como si de entidades nacionales se hubiera tratado, no ha sentado bien en Bruselas. La Comisión Europea emitió un comunicado políticamente correcto en el que aseguraba que la decisión no iba a suponer una traba para el proceso de adhesión de este país a la Unión Europea, aunque iba a vigilar de cerca los acontecimientos «ya que este país debe cumplir con los compromisos derivados de su pertencencia al Espacio Económico Europeo (EEE)».
De entrada, el Fondo Monetario Internacional, uno de los primeros que acudió al rescate de este país, ya ha anunciado que la próxima revisión del programa de ayuda, prevista para el 27 de abril, se retrasará algunas semanas. Franek Rozwadowski, representante del FMI en Reykjavik, aseguró ayer que confiaba en que el resultado del referéndum no afectara a la estabilidad económica y financiera del país, informa Afp.
El Gobierno islandés, mientras tanto, insiste en que ahora el asunto está en manos de la Autoridad de Vigilancia de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA en inglés), que es la que tendrá que dirimir el conflicto con los Gobiernos de Reino Unido y Holanda, que adelantaron los fondos del banco islandés quebrado, Icesave, a sus 340.000 ciudadanos.

Crisis política

La cuestión de fondo, además del conflicto intergubernamental, es si las agencias de calificación financiera reducirán la nota de los títulos de deuda de este país, lo que podría suponer un freno a la recuperación económica del país por el consiguiente aumento de los costes de financiación en los mercados. Y, como ya viene siendo habitual, a la crisis económica y bancaria se le une también la política ya que Johanna Sigurdardottir, jefa del Gobierno de la coalición de centro izquierda que dirige el país, ya ha advertido que está dispuesta a reconsiderar su coalición si el resultado del referéndum del domingo daña la mayoría que tiene en el Parlamento. La oposición, encarnada por el partido conservador llamado Independiente, ha afirmado que el resultado del referéndum ha sido un duro golpe para el Gobierno por lo que ha exigido la convocatoria de elecciones anticipadas antes de que expire la actual legislatura, a final de 2013.

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