La estudiantes inundan Valencia para decir no a los recortes, la corrupción y la violencia policial
Miles de personas han inundado las calles de Valencia, una vez más, para mostrar su rechazo absoluto a los recortes económicos que está efectuando el gobierno.
la marcha también ha servido para mostrar la repulsa hacia la corrupción y el despilfarro.
Los estudiantes lo tienen claro: “Hemos venido hoy para defender nuestros derechos. Somos el futuro de esta sociedad y no vamos a permitir que recorten nuestra Educación y Sanidad pública”. Así piensan Elías, Maria, Carles, Penelope, Mar, Mariola, Ángeles, y una larga lista de estudiantes que han secundado la huelga en el sector educativo convocada hoy por los sindicatos y asambleas universitarias.
Miles  de personas han inundado las calles  de Valencia, una vez más, para  mostrar su rechazo absoluto a los  recortes económicos que está  efectuando el gobierno del Partido  Popular, tanto autonómico como  estatal, para llegar al déficit pactado  con Europa. “Salimos a la calle  en defensa de una enseñanza pública y  de calidad. Exigimos que tanto la  Educación como la Sanidad pública, pilares básicos del Estado de  bienestar, no sean recortados porque son la base de nuestro futuro”,   explica Marc Delcan, representante de las asambleas universitarias. Y   es que muchos de los estudiantes han querido demostrar con su salida a   la calle que no se manifiestan solo por los recortes efectuados por   Alberto Fabra en el País Valenciano, sino que lo hacen para dejar claro   que no van a permitir una reducción del Estado de Bienestar, por  pequeña  que sea.
Asimismo, la marcha también ha servido para mostrar la repulsa  hacia  la corrupción y el despilfarro a manos de políticos valencianos,  como  se explicaba en el manifiesto: “El coste del fraude del caso Emarsa   equivale a lo que actualmente la Generalitat debe a los colegios e   Institutos”, “La cantidad malgastada en la Fórmula 1 equivale a 26   escuelas públicas de primaria que actualmente dan clase en barracones” o   “La Ciudad de las Artes y las Ciencias ha costado lo mismo que el   mantenimiento de la Universitat de València durante 30 años”. Los   manifestantes también han dicho “no” a la Estrategia  Universitat 2015  (EU2015) la cual, según las asambleas  interuniversitarias, diseña “unas  universidades al servicio del tejido  empresarial, plantea una  reorganización antidemocrática y vertical de  las instituciones  académicas quienes serán sometidas a procedimientos de  evaluación  externa bajo criterios mercantiles”.
La   marcha, encabezada por una pancarta de la Asamblea Interuniversitaria   con el lema “Por una enseñanza pública y de calidad”, ha salido de la   Facultad de Geografía y Historia de la Universitat de València pasadas   las 12:00 cuando los estudiantes ya habían superado el millar . La   manifestación, amenizada con bandas de música típicas del País   Valenciano y charangas varias, ha transcurrido con total normalidad y en   un ambiente reivindicativo donde se han coreado consignas ya míticas   como “Menos corrupción y más educación”o “No hay pan para tanto chorizo”   y se han llevado pancartas con lemas como “Si os hacéis los suecos,  nos  haremos los griegos” o “Si no nos dejáis soñar, no os dejaremos   dormir”.A diferencia de otras huelgas en el sector educativo, la del 29-F ha tenido algo especial, en la mente de todos los asistentes residía el recuerdo de las brutales cargas policiales del pasado día 20 contra los estudiantes y simpatizantes que se habían concentrado ante el Lluís Vives para protestar por las detenciones a alumnos del céntrico instituto valenciano que habían tenido lugar días antes. Y este recuerdo posiblemente haya sido el detonante de la notable presencia de estudiantes de secundaria quienes en anteriores convocatorias no habían asistido tan masivamente a las huelgas estudiantiles, lo que a su vez, ha significado un éxito más de la jornada reivindicativa.
Y  es que los organizadores de la marcha no  se han dado cuenta de la gran  afluencia de gente hasta que no han  llegado a la plaza Tetuán, más allá  de la mitad del trayecto, donde les  han informado que aún quedaba gente  por salir en la Facultad de  Historia. En el inicio de la calle de la  Paz, la recta final antes de  llegar a las plazas donde terminaba la  manifestación, se han  concentrado los pitidos y reproches más sonoros de  los manifestantes  así como gritos de “¡Culpables, culpables!” ya que  allí se encontraban  la casa de la alcaldesa, Rita Barberá, el Centro  Cultural Bancaja y una  considerable representación de las tiendas y  hoteles de lujo de la  ciudad.
La  marcha ha acabado en la plaza de la Reina aunque oficialmente  hubiera  tenido que llegar hasta el Palau de la Generalitat debido a la  gran  afluencia de manifestantes. No obstante, no ha sido un final  agridulce  porque ha habido una nota de color que ha provocado una gran  ovación  entre los allí presentes. Uno de los estudiantes se ha subido  al  emblemático edificio valenciano El Micalet, el campanario de la  catedral  de València situado en una esquina de la misma plaza, y ha  ondeado una  bandera “Estelada”, símbolo del nacionalismo catalán, como  colofón de la  jornada.La manifestación ha acabado por convertirse en pequeños grupos de estudiantes en movimiento por el centro de la ciudad donde la mayoría se ha ido a casa con la sensación de haber participado en una verdadera batalla en defensa del Estado de Derecho.

Los manifestantes en la calle de la Paz

Una estudiante en la durante la manifestación

Los estudiantes protestan con gritos y silbatos ante el Centro Cultural Bancaja

La manifestación atravesando el cauce del río Túria

Una estudiante en la huelga del 29F ante el Rectorado de la Universitat de València

Los estudiantes gritan “Estas son nuestras armas”

“Con esta educación vamos de culo”, corean los manifestantes

La Federación de Estudiantes de Secundaria también secundo la huelga
 

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