El FMI trata de imponerse. De nuevo y con más fuerza ¡Internacionalismo!
Los planes de ajuste son una antigua ocupación del Fondo Monetario Internacional. Africanos y africanas, los pueblos de Latinoamérica y muchos de Asia, saben de las recetas del Fondo, que ahora se trasladan a Europa.
Para alguien, como yo, que pertenece a ATTAC desde hace años, está claro que la lucha frente a la globalización neoliberal, solo puede tener éxito si es global, de la misma forma que la actual guerra de clases impuesta por los poderosos, que si creen en ella, es internacional y el FMI, unos de sus principales instrumentos.
El éxito de las manifestaciones, asambleas y movilizaciones del Movimiento 15 M, puede ensimismarnos en la lucha solo en el estado español y hacernos olvidar que nuestros problemas y amenazas son globales. Cierto es que hoy en el Reino de España, las luchas locales, tienen todo su sentido y son imprescindibles; que si el barrio no se organiza, no podemos cambiar el mundo, pero no olvidemos, de lo local a lo global. Lo que en España se está imponiendo, no es más que un plan “tipo” FMI, y en el día de ayer -21 de Junio-, este organismo se encargaba de recordarlo trágicamente exigiendo aún más “reformas”, es decir más retrocesos en el bienestar y en lo público.
El FMI está atenazando a Grecia y la vigila ya, digamos, personalmente. Al estado español, por ahora, solo le advierte y le indica claramente:
1. Hay que modificar aún más la negociación colectiva, destrozándola y cuarteándola en pactos personales y/o empresa a empresa (aunque esto, y se lo advierto nuevamente a los sindicatos, ya es una realidad en las pequeñas empresas y en las cadenas de los nuevos servicios y las grandes superficies).
2. Se debe abaratar y facilitar todavía más el despido.
3. Los servicios y prestaciones públicas no pueden incrementarse, al contrario, se deben disminuir, y los recortes aplicarse al objeto de asegurar el pago de la deuda. Es decir, la deuda de Bancos y a los bancos privados es objetivo imprescindible del FMI, a costa nuevamente de las personas. Por supuesto, deuda de forma indiscriminada y sin auditar, claro.
4. Hay que privatizar los servicios y lo poco público que quede. Hay que adelgazar la administración Pública, traducido, despedir funcionarias, no crear nuevas plazas y disminuir los sueldos de los que trabajan en el sector público.
La Patronal española, curiosamente,- por boca de la CEOE- ayer exigía lo mismo. Luego los mercados se suman y para cuadrar todo el gran dictador patrio Botín, el Sábado pasado en su famosa Junta de accionistas del Banco Santander no solo reclamaba lo mismo, sino remachaba con fuerza, su exigencia de una “reforma del sector financiero” que por supuesto no consiste en imponer impuestos a la banca, crear un sistema financiero público o implementar las ITF; no, consiste en profundizar y adelantar aún más si cabe la privatización de nuestras Cajas de Ahorros y su salida a bolsa, para hacerse con ellas. Ahora adquiere pleno sentido la consigna de los indignados e indignadas “No es una crisis, es una estafa”. Como puede comprobarse, todo coincide como no podía ser de otra forma, con el FMI y sus exigencias.
Algunos “logros” del FMI
El FMI arruinó a la gente sencilla de Latinoamérica en los años setenta, ochenta y noventa del siglo pasado. Arruinó a la Argentina con esas recetas.
Pero también tuvo su respuesta y el inicio de un nuevo proceso, que desde el “Caracazo” en Venezuela, pasando por Lula y el enérgico MST (Movimiento de los trabajadores rurales Sin Tierra de Brasil), las insurrecciones del agua en Bolivia, Evo, Correa, los piqueteros argentinos, el triunfo del Frente Amplio en Uruguay, acabando en Ollanta Humala, entre otros acontecimientos, son el fruto más o menos bordado de resistencias populares y el inicio de algo todavía incipiente y encaminado a tomar opciones no neoliberales de la gestión política y profundización democrática. Procesos estos que recomiendo no mirar con ojos eurocéntricos o a la luz de lo que al respecto mal informa, si no miente, toda la prensa corporativa española.
Hay sin embargo un factor cuya influencia ha sido decisiva en el triunfo de estos comienzos y sin el que estos no se hubieran iniciado de igual manera, el Foro Social Mundial cuyas primeras ediciones fueron en Brasil. Esto me lleva a otra conclusión, no hagamos inventos, el FSM está creado, sirve y coordina o mejor pone en común luchas y experiencias, contempla la acción política con otros ojos y no es partidista, ni partidario, es social.
Pero el FMI no solo ha provocado con sus planes, como el que ahora impone ya en Europa, las revueltas americanas. Las revueltas tunecinas, egipcias y marroquíes tienen mucho que ver con revueltas sociales y frente a dictadores que, de forma brutal, imponían e imponen políticas neoliberales auspiciadas por Occidente, el FMI y el Banco Mundial del que son deudores siendo estados además con una deuda asfixiante. Un ejemplo, la lucha tunecina una vez derrocado Ben Alí se centra ahora en la deuda, en combatir la forma de hacerle frente a la deuda.
Igualmente los africanos tanto del norte, como del centro- sur, pusieron mucho entusiasmo en el Foro Social Mundial de Dakar que coincidió con numerosas insurrecciones populares africanas, nos solo en el Magreb, también en varios países del África negra, muy desconocidas y olvidadas en Europa. El FSM fue cemento renovado de la solidaridad y acción de los pueblos de África.
Ahora Europa
El nuevo campo de la batalla global del FMI -o lo que éste representa y además su principal valedor- es Europa. Europa es la zona del mundo con una mayor implantación del credo neoliberal a niveles continentales.
En Europa subsisten, ciertamente amenazados pero subsisten, los restos del estado del bienestar y de derechos sindicales y sociales. Junto a eso hay una democracia representativa cada vez de peor calidad, pues la Unión Europea ha hurtado gran parte de la efectividad real de la soberanía popular, no por qué la idea de Europa sea mala, sino lo es esta Europa ¿Unida?, gobernada sin un Parlamento soberano.
Es Europa un mal ejemplo para reivindicaciones sociales en otros continentes. La mano de obra es cara para los poderosos, y siendo muy cualificada, es un bocado apetecible para acumular aún más ganancias si se logran disminuir los gastos de “mantenimiento de esta maquinaria y sus piezas”, y en eso están. El FMI, que es una institución más y como otra cualquiera, no es sino el instrumento, del que circunstancialmente se está dotando el sistema, el mercado, para conseguirlo.
Las principales herramientas, el Pacto del Euro, los planes de gobernanza europea y la deuda. La deuda es el nuevo gran negocio, y devolverla, la gran excusa del desmoche del bienestar.
Pero el mundo ha cambiado y mucho. Ni Europa, ni los EE.UU son ya lo que fueron, ni su fuerza económica e incluso militar la que fue, propaganda de las más inmunda aparte.
Sé que esto ahora es complejo de explicar, solo lo enuncio, pero la irrupción de los emergentes, los BRICS y los empantanamientos bélicos en Irak y Afganistán, la aventura neo-colonial en Libia y la tozudez anexionista y etnicista de Israel, están provocando muchas dificultades a las potencias centrales, que pobres ilusos, aún creen ser o nos hacen creer, que son la “comunidad internacional”. La emergencia de la potencia Turca, será el nuevo quebradero de cabeza, junto con el tablero de ajedrez egipcio, del occidente neo-imperialista.
Solo enuncio. Así pues mi tesis es que tenemos ya un instrumento de lucha global antineoliberal y por la justicia de los pueblos, que es el Foro Social Mundial, para enfrentarnos a la destrucción del planeta, la guerra y las guerras y denunciar el patriarcado, el hambre y la pobreza.
Creo que falta le hace a la izquierda, a la izquierda social y transformadora mundial, una quinta internacional participativa e inclusiva, formada no solo por partidos políticos, sino por movimientos cívicos y sociales de carácter progresista, socialista,- tengo que añadir no “socioliberal”- y revolucionario, en el más alto y noble sentido de la palabra, que por cierto y afortunadamente ha dejado de dar miedo en el estado español.
El FMI, que nos quiere dar y fuerte en el estado español, e imponer medidas que no lograrán sino más precariedad, pobreza y ruina, es una institución internacional, luego dotémonos de instrumentos internacionales y utilicemos los existentes, pues tienen experiencia acumulada, textos, propuestas, alternativas y discursos, pero también realidades en las y de las que aprender. Por eso demonizan tanto y se gastan tanto dinero en desprestigiar estos foros, que cada vez son más imprescindibles.
Lo primero será coordinar las plataformas europeas. Hay dos ya en marcha, las Universidades de Attac en Friburgo y la del CADTM y en Octubre la Conferencia de Londres de la Coalición de Resistencia contra la austeridad y por la auditoría de la deuda, el 1 de Octubre.
Solo profundizar y seguir en las luchas nos hará alumbrar algo la situación y defender la democracia, la soberanía popular real y efectiva.
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