Sonrisas de Bombay

martes, 21 de febrero de 2012

Los Enemigos de Valencia








Los responsables: Paula Sánchez de León, Delegada del Gobierno en Valencia y Antonio Moreno, jefe superior de Policía. 

Comunicado del SUP

<< ...Quien dio la orden de cargar (la Delegada del Gobierno y el Jefe Superior de Policía)
cometieron un grave error. No se puede hacer. El principio de autoridad (la gestión
de los espacios públicos) debe interpretarse con la suficiente flexibilidad como para
no crear interviniendo la Policía un problema mayor que el que se pretende resolver.
El número de efectivos disponible para eso era claramente insuficiente. Aunque hay
quienes, por ignorancia, critican el excesivo número de policías en algunos
despliegues, más policías es igual a menos violencia policial. Si se recibe la orden de
abrir al tráfico una calle y tienen que hacerlo cincuenta policías solo pueden hacerlo
cargando, a la carrera, y golpeando a las personas con la defensa reglamentaria (en
esto también ha habido algún comportamiento que no se ha atenido a lo dispuesto
en el protocolo de actuación); si en vez de 50 son 300, forman un cordón y andando
restablecen la circulación sin dar un solo golpe. Mala planificación, sin medios,
decisiones erróneas y peor explicación. Y no puede haber cuatro periodistas
golpeados porque van a informar, no a manifestarse.
La intervención del Jefe Superior de Policía ha venido a arrojar más gasolina al fuego.
Comparece sin uniforme refiriéndose a los manifestantes como el enemigo, en
lenguaje claramente del pasado. No es un nombramiento del actual Gobierno sino
del anterior, y su gestión de la crisis (junto con la Delegada del Gobierno) ha sido un
fracaso.
Las declaraciones de hoy del ministro del Interior diciendo que la actuación policial
tal vez ha sido excesiva es un acto de cobardía política y personal, porque si ha sido
excesiva debe empezar por cesar a la máxima responsable política, la Delegada del
Gobierno, y después por fijar protocolos de actuación adecuados a esas situaciones,
que no existen. Y después iniciar una investigación sobre todos los hechos ocurridos,
disponer que se graben todas las actuaciones, e impartir instrucciones a los
delegados del Gobierno, jefes superiores y responsables de las UIPs de cómo hay que
actuar en los conflictos que sin duda se van a repetir en el futuro inmediato.
Descargar toda la responsabilidad en que la actuación de la Policía ha sido excesiva es
políticamente cobarde y moralmente miserable.
La Policía sabe, puede y debe hacerlo mejor que lo hizo ayer en Valencia. Hay que
disponer del número de efectivos suficientes, de la flexibilidad necesaria, la
intervención con el uso de la fuerza mínima imprescindible y la identificación y
detención de los autores de agresiones y provocadores de altercados.
No hay que despreciar el clima de rechazo a la Policía por los jóvenes que, por
aplicación torticera de la ley 1/92 (popularmente conocida como Ley Corcuera),
sufren decenas de identificadas indiscriminadas en cualquier lugar, bocas de metro,
parques públicos, puertas de centros de ocio o en cualquier calle, por la política de
seguridad implantada de justificación estadística, que lleva a que en España haya
cada año millones de personas identificadas sin ninguna justificación. Años llevamos
denunciado esta práctica errónea, que atenta contra los derechos civiles de los
ciudadanos y contra la seguridad jurídica de los policías sin que nadie, ni el fiscal
general del Estado, ni el Defensor del Pueblo, ni los grupos parlamentarios hayan
actuado desde que, en enero de 2009, los sindicatos pusimos estos hechos en su
conocimiento.
Hay que mantener la seguridad, gestionar los espacios públicos para que sean de
todos y hacerlo utilizando la fuerza proporcionalmente necesaria para ello. Ni más ni
menos.
Madrid, 21 de febrero de 2012
José Manuel Sánchez Fornet
Secretario General.

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Antonio Moreno, "el enemigo" del estudiantado valenciano

Antonio Moreno sorprendió ayer al calificar como "enemigos" a los estudiantes de secundaria que protestaron por cuarto día consecutivo por las calles de Valencia.

Jesus Rodriguez (La directa)
Martes 21 de febrero de 2012.  Número 168
Antonio Moreno Piquer, Jefe Superior de la Policía Nacional en el País Valenciano, declaró ayer por la tarde que no podía dar detalles del dispositivo policial de antidisturbios desplegados en el centro de la ciudad de València, puesto que no quería dar información “a sus enemigos”, refiriéndose así a los y las estudiantes del instituto de secundaria Lluis Vives, que han sido apaleados, insultados y detenidos por agentes de la Unidad de Intervención Policial (grupo 3) durante toda la tarde de ayer y entrada la noche.
Estas palabras han generado sorpresa entre algunos de los periodistas presentes en la comparecencia que Moreno ha hecho junto con la Delegada del Gobierno español, Paula Sánchez de León. Pero, ¿quien es Antonio Moreno Piquer?
Fue nombrado para el actual cargo el 30 de julio del año 2008, tiene 59 años, está casado y tiene dos hijos. Su carrera profesional se inició en la Brigada Provincial de Información de València, pero en el año 1997 fue destinado en Galicia, como responsable de la Brigada de Seguridad Ciudadana de A Corunha. Siempre ha sido un hombre de confianza de su superior jerárquico, Carlos Rubio, quien lo reclamó de nuevo en Valencia como número dos cuando fue nombrada Cabeza Superior de Policía el año 2007.
Rubio, al ser trasladado a la Jefatura Superior de Madrid dejó libre la plaza en València, que fue ocupada por Antonio Moreno. Desde su posición de máximo responsable policial valenciano nunca ha escondido su sintonía y afinidad con José Luis Roberto, líder ultraderechista del grupúsculo España 2000 y presidente de la empresa Levantina de Seguridad.
Moreno Piquer ha firmado cartas de agradecimiento a Levantina por algunas supuestas acciones meritorias de agentes de seguridad privada. También presidió, el 5 de mayo de 2009, lo entrega de once diplomas a vigilantes de seguridad que trabajan a las órdenes de Roberto en agradecimiento a su tarea profesional.
Es un devoto católico que acostumbra a mezclar los asuntos religiosos y policiales. Él y sus hombres de la jefatura custodian personalmente una vez al año el Santísimo Cristo de los Afligidos, Patrono del Cañamelar, durante la Semana Santa Marinera de València.

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