Sonrisas de Bombay

viernes, 15 de julio de 2011

Qué hacemos con el valle de los caídos?

 miércoles 15 de junio de 2011

¿Qué hacemos con el valle de los caídos?

http://larepublicaheterodoxa.blogspot.com/2011/06/que-hacemos-con-el-valle-de-los-caidos.html

Como ya sabéis el gobierno Español ha encargado a una comisión de expertos que presenten una serie de propuestas sobre cómo hacer una reforma del valle de los caídos que convierta el monumento, que simboliza la victoria nacionalista en la guerra civil, en un monumento a la reconciliación y la memoria.
La tarea no es fácil porque la esencia de este monumento es, en sí, una simbolización del nacional-catolicismo hecha de piedra y hormigón. Convertir el legado monumental principal de una dictadura y un dictador en otra cosa es muy complejo, y habrá que tener imaginación o conformarse con un lavado de cara para poder llevar a cabo la idea.

El valle de los caídos es algo que no tiene parangón en el occidente democrático. No hay un solo dictador enterrado en un mausoleo de esas dimensiones a modo de faraón como está el general Franco bajo esa enorme cruz. Ni las dictaduras que han caído a consecuencia de una derrota militar (Alemania, Italia), ni las que han caído por una revolución (Portugal, Europa del este) tienen a sus dictadores enterrados en una monstruosidad arquitectónica parte del patrimonio nacional. Tan sólo nuestro país, en herencia de una transición profunda pero nada estética, ha mantenido a su dictador más cruel casi como patrimonio patrio.
Desde siempre ha habido quienes han apoyado la demolición directa del monumento y el hundimiento de la cruz, pero creo que esa postura sólo queda en grupos muy sensibles con el tema. Mucha gente murió para construir eso y demolerlo podría ser casi ofensivo a la memoria de las víctimas. El monumento, nos gusté o no, es un patrimonio importante del país y, sin llegar a ser una obra de arte, es imponente y estético.
Yo estuve en el valle de los caídos en verano de 2008. Siempre dije que yo jamás iría a un sitio así pero yendo en coche a León se me ocurrió pasar con mi novia. Tengo que reconocer que el paraje es bello y la cruz es imponente, pero el mausoleo en cambio era tétrico. Nada más entrar ya sientes la presión lúgubre de las estatuas de los ángeles, que parecen juzgarte y condenarte según caminas hacia el fondo del mausoleo. Al final están enterrados Franco y José Antonio, y en bóvedas laterales decenas de miles de muertos de la guerra civil, nacionalistas y republicanos, los restos de los últimos generalmente robados o sacados de fosas comunes. Mi novia dice que tuve un ataque de ansiedad cuando llegué a la tumba de Franco, y es posible que tenga razón pero más que por el general fiambre lo debí tener por el ambiente lúgubremente opresor del mausoleo, que no podía soportar.

¿Qué hay que hacer con el Valle? Bien, yo creo que lo fundamental es sacar los cuerpos de Franco y José Antonio de allí y entregar sus cuerpos a las familias. La hija de Franco ya ha dicho que no quiere, pero ella no es nadie para decir eso y si no quiere hacerse cargo de los restos de su padre que los tire al mar a ver si se encuentra con Bin Laden.
Los cuerpos de los enterrados allí también sería interesante sacarlos, pero va a ser prácticamente imposible. Hay restos mezclados e imposibilidad de identificar a muchos de ellos. La verdad es que para las familias de los republicanos es una “putada” que estén allí, pero parece que no hay otra opción. Personalmente sacaría todos los restos de allí y, ante la imposibilidad de separarlos e identificarlos, enterrarlos en otro sitio, quizá en un verdadero monumento a la reconciliación, pero eso podría generar multitud de problemas. ¿Se pueden separar los cuerpos de los republicanos y de los alzados? ¿Sacamos a los alzados también de allí sin consentimiento de sus familias? ¿Nos ponemos a sacar cuerpos y a moverlos de sitio? No tengo muy claro si sería razonable sacarlos de allí.
Por otro lado deberíamos analizar qué hacemos con la realidad religiosa del monumento. Sería conveniente analizar si es razonable que el principal monumento de una dictadura esté relacionado con una confesión religiosa. El Valle de los caídos siempre será el monumento que mandó construir la dictadura, donde murieron miles de presos políticos, donde estuvieron enterrados Franco y José Antonio. Que este monumento se use para actos religiosos es una mancha para la religión católica y creo que debería ser la iglesia española quien debería entenderlo de no ser porque está dirigida por retrógrados anticuados que ni entienden ni quieren entender de estas cosas.
Mi opinión, y por mucho que sea un monumento religioso y una basílica, es que no debería haber actos religiosos allí, como tampoco se puede hacer actos políticos.

No sé qué va a acabar proponiendo el comité de expertos, pero imagino que la retirada del cuerpo del dictador y de José Antonio será una de las recomendaciones. La salida de los restos de Franco de allí creo que es lo principal. El resto es secundario, aunque no me parece mala idea una exposición permanente que recuerde cuantas personas murieron trabajando allí para satisfacer la locura megalomaniaca del más cruel dictador que ha habido en la historia de España.

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