Consciente de la enorme distancia que le separa del PP en los sondeos, el PSOE está decidido a ir a por todas para recuperar el voto de la izquierda desencantada y ayer dio una nueva vuelta de tuerca. Si el sábado era el candidato,
Alfredo Pérez Rubalcaba, quien cargaba contra la Banca en una reunión con secretarios provinciales en Ferraz, con el argumento:
«¿Por qué dieron hipotecas que sabían que no se podrían pagar?», ayer fue la Ejecutiva del PSOE la que le «respaldó» en pleno ese discurso, según explicó el secretario de Organización, Marcelino Iglesias.
Mientras, en Tele 5, el ministro de Trabajo y hombre de confianza del vicepresidente,
Valeriano Gómez, iba un paso más allá que su jefe y lanzaba la idea de «aumentar» la retención fiscal en los sueldos de los banqueros. Gómez, que ya había criticado la pasada semana que los directivos de Bankia tengan un tope de retribuciones anuales de 10,15 millones, ayer explicó que «no es posible fidelizar» a los trabajadores españoles cuando ven que sus dirigentes cobran mil veces más.
El giro izquierdista del partido gobernante comenzó la pasada semana poniendo en marcha las medidas aprobadas en el debate sobre el estado de la Nación para aliviar la situación de los embargados hipotecarios, una de las demandas del 15-M. En el Consejo de Ministros del viernes, tomaron cuerpo esas medidas: impulsar la «dación en pago» del piso para saldar la deuda, aumentar la parte no embargable del sueldo e investigar los abusos bancarios en la letra pequeña de los créditos.
Justificar al candidato
El domingo, en una entrevista, Rubalcaba hacía un guiño a los jóvenes implicados en el 15-M, y ayer buena parte de la reunión de la Ejecutiva Socialista estuvo destinada a analizar lo «bien», dijo Iglesias, que le está yendo desde hace unos días al PSOE: todas sus propuestas en el debate de la Nación fueron aprobadas por vez primera en siete años, el Gobierno ha vuelto a coger aire con sus medidas hipotecarias, y ahora Rubalcaba ha anunciado 8.000 millones para que las autonomías financien su enorme agujero sanitario. Incluso defendió el secretario de Organización socialista la polémica afirmación de Rubalcaba, asegurando ahora que tiene las soluciones para combatir el paro. «Seguro que no se podían tomar antes», dijo el «número tres» de los socialistas, que tampoco quiso entrar en el debate sobre cuando debe salir el candidato del Gobierno.
Sí dijo que cuando lo haga, Rubalcaba será «sólo candidato», es decir, que abandonará sus tres cargos en el gabinete. Pero no quiso ir más allá porque el propio vicepresidente, molesto por las palabras de Valeriano Gómez sobre su futuro —ayer mismo alentó su salida inminente del Gobierno— había zanjado a puerta cerrada el tema reiterando que sabe cuándo tiene que irse sin que nadie se lo indique.
El candidato socialista va a ser el protagonista absoluto el próximo sábado en el IFEMA madrileño. Ese día será nominado candidato oficialmente por el Comité Federal del PSOE en una sesión de sus 250 integrantes. Posteriormente, estos se unirán en el Palacio de Congresos a otro millar de cargos venidos desde toda España para arroparle en su discurso. Nadie más que él intervendrá en un acto en el que quiere perfilar las líneas maestras de su proyecto.
Unas líneas que serán a la vez «continuidad» y alguna «novedad» porque él no va a desdecirse de lo hecho por Zapatero, según dijeron varios de los asistentes a la Ejecutiva. Luego, acudió a la entrega de los premios nacionales de Juventud 2011 y allí volvió a hacer un guiño al 15-M cuando comentó que los jóvenes tienen derecho a exigir a los políticos: los políticos son blanco de muchos tópicos, reconoció, y «no todos agradables de oír», pero «es verdad, que algunos nos los merecemos».
Un «pijo que va de rojo»
No obstante, La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) cargó ayer contra él y le describió como «un pijo que va de rojo, con ansias de poder ilimitadas» porque, mientras hace guiños al 15-M, recorta derechos a los guardias civiles. La AUGC pide «democracia real ya» en la Benemérita y acusa a Rubalcaba de haber promovido un pacto PSOE-PP para impedir el derecho de manifestación a los agentes del Instituto Armado cuando «ni siquiera al entorno etarra se le cuestiona este derecho». Censuran que ese pacto haya introducido una enmienda en una ley de contratación del sector público, que nada tiene que ver con la regulación de los derechos.
Gómez, un ministro desautorizado
Alfredo Pérez Rubalcaba hizo rectificar en cuestión de horas al ministro deTrabajo y hombre de confianza suyo, Valeriano Gomez. Este había reconocido por la mañana en Tele 5 tener la impresión de que «en los próximos días» habrá «novedades» respecto a la salida del vicepresidente primero del Gobierno en este mes de julio. Una posibilidad que, como adelantó ABC la pasada semana, está barajando el candidato socialista. Horas después, fue el propio Valeriano Gómez quien se matizó a sí mismo y dijo que no está al corriente respecto a cuándo tiene previsto Rubalcaba irse del Ejecutivo para concentrarse solo en la tarea de candidato en Ferraz. «Será él quien lo aclare en el futuro. No sé si será en los próximos días o en las próximas semanas», declaró Valeriano Gómez a Ep después de comprobar el revuelo causado por sus palabras anteriores.
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elpais.com
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