Los Mossos en entredicho
Por fin algún poder público critica abiertamente la actuación que en ocasiones tienen las fuerzas de seguridad del Estado, en este caso, los Mossos d'Esquadra -podría haber sido perfectamente la Policía Nacional-. Porque comenzaba a ser costumbre que ante los abusos de fuerza y autoridad manifiestos, grabados y difundidos por la red, los responsables políticos tan sólo se atrevieran, en el mejor de los casos, a dejar caer algún tibio comentario... siempre justificando lo injustificable.Esta vez ha sido diferente: el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) formuló ayer una severa censura de la actuación de los Mossos el pasado jueves, cunando irrumpieron en los juzgados para detener a unos indignados que ya se habían presentado voluntariamente ante el juez. Los propios indignados se habían puesto a disposición judicial por su propia voluntad y los Mossos entraron por la fuerza, enfundados con pasamontañas.
Los hechos son gravísimos y así lo han subrayado los magistrados del TSJC, que exigen que se depuren responsabilidades. Y así debe ser, puesto que ya se fueron de rositas los Mossos que actuaron como auténticos grises de Franco el pasado mes de mayo... incluido su máximo responsable político, Felip Puig, que ha dado muestras repetidas de mentiroso y cínico.
Amanecemos, pues con una buena noticia, porque estamos demasiado acostumbrados a criticar la violencia policial en otro países, ya saben, aquello de ver la paja en ojo ajeno y no ver la viga en el propio. Criticamos el abuso de autoridad en la Primavera Árabe, en Bolivia o en Chile y en la que para nuestros políticos es una de las 'democracias más avanzadas' -no sé con qué rasero- lo dejamos pasar por alto.
Pues se acabó. La violencia y los abusos, los ejerzan quienes lo ejerzan, tienen castigo. Y los Mossos deben pagar su culpa.
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