En el libro «El declive de los dioses» (Editorial Planeta), el periodista Mariano Guindal explica la Transición en el Estado español desde su vertiente económica.
Juanjo Basterra | Gara |
En el libro «El declive de los dioses» (Editorial Planeta), el periodista Mariano Guindal explica la Transición en el Estado español desde su vertiente económica. Advierte de que «las grandes familias que configuraron la derecha económica durante el franquismo, siguen siendo las mismas en la democracia»; que Bin Laden trabajó para Iberia o que el Gobierno Aznar cedió a Francisco González el poder de BBVA.
Mariano Guindal hace un recorrido económico desde la crisis del petróleo en 1973 hasta nuestros días. Cuenta numerosos episodios de «la transición económica» referidos a procesos de corrupción, de influencia del franquismo y del poder económico encarnado por algunos banqueros y empresarios.
En «El declive de los dioses», de la editorial Planeta, explica que «el referéndum de la OTAN condujo a un fuerte endeudamiento del PSOE que fue asumido por la banca»; que «el coste económico de integrar a España en la OTAN fue de 100.000 millones, un presupuesto excesivo para la crisis económica que se vivía. Estados Unidos y Alemania lo solucionaron con un crédito», o que los banqueros «no se inmutaron con el golpe de Tejero».
También afirma que el PSOE pensó en «nacionalizar» Rumasa cuatro meses antes de llegar al poder, o que se firmó el Tratado de Adhesión a la UE sin tener todo «negociado, sino que Margaret Thatcher recomendó a Felipe González aceptar las condiciones de la Comisión Europea para seguir negociando para cambiarlas».
Dice que ha vivido seis crisis y cuatro recesiones en su largo periplo por el periodismo económico, ¿la actual es la más grave?
Desde 1973, con el shock, hasta la de nuestros días. Esta es la más dura y prolongada. Al ser financiera se está paralizando el aparato productivo. En términos sociales fue más dura la de 1973, porque el Estado español era un país pobre, y ahora hay colchones. Una crisis económica será más dura en Argentina que en Estados Unidos. Ambas no sé si son crisis o movimientos de cambio profundos. En 1973 se llevó por delante la industria y en ésta el sistema financiero.
¿Eso es bueno o malo?
El Estado español y Euskadi han avanzado a golpe de crisis. En época de bonanza se adocena, no hace reformas y los gobiernos se dejan llevar, y en un mundo cambiante, te paralizas. En crisis, te pones las pilas.
En su libro enumera numerosos casos de corrupción, ¿estamos en un estado corrupto?
Hay un grado de corrupción muy fuerte, generalizar siempre es malo. Pero es cierto que aparecen banqueros como Mario Conde, el empresario Javier de la Rosa, el ex gobernador del banco de España Mariano Rubio, José María Ruiz Mateos, Emilio Ibarra, por temas de los paraísos fiscales. Esta corrupción que se ha producido en la transición es una de las lacras que ha hecho que las crisis hayan tenido un carácter más grave. Tenemos una crisis económica y una institucional. Hay una pérdida de valores que es necesario recuperar.
Dice que CCOO y UGT han sido correa transmisión de los gobiernos españoles.
Se pactó paz social por poder sindical. Hay un bisindicalismo imperfecto, que se rompió en Euskadi con ELA. La práctica del sindicato es distinta en estos casos, porque CCOO y UGT, sobre todo éste último, van de arriba a abajo, mientras que ELA va de abajo a arriba. Los sindicatos son los que más han influido en la economía y la política en estos últimos 40 años. Fueron punta de lanza en la matanza de Vitoria, fueron los que llevaron el peso contra la dictadura de Franco y a favor de la democracia. Mientras, los empresarios como José María Cuevas decían que apoyaban al franquismo por costumbre, porque garantizaba el sistema y la seguridad de la propiedad privada. Estuvieron con la dictadura hasta que se derrumbó. El prestigio de los sindicatos se debió a su oposición y porque fueron el motor de progreso.
Menciona que en 1984 CCOO y UGT hicieron una huelga contra la reforma de las pensiones, porque se pasó de dos a ocho años para computar la pensión. Este año, sin embargo, se ha cambiado la edad de jubilación y se ha ampliado hasta los 25 años el período para tener derecho a pensión y no han hecho huelga.
Tiene más razón de un santo. Los sindicatos no han hecho autocrítica nunca. Parece que no tienen que responder. Es uno de los errores que están cometiendo. En 1984, cuando era ministro español de Trabajo Joaquín Almunia, pasó de 2 a 8 años el período de cálculo de la pensión. Fue una huelga enorme que protagonizó Marcelino Camacho. Nicolás Redondo no fue capaz de sumarse de forma directa a la huelga general, pero provocó la ruptura con el grupo socialista y dejó de hablar a Almunia, a Miguel Boyer y a Carlos Solchaga. Luego se pasa con el PP de 8 a 15 años, todos contentos, y en ésta se da el salto de 15 años a 25 años. Tal y como está hecho es toda la vida laboral, pero se amplía de 65 a 67 años la edad de la jubilación.
¿Las grandes familias que estuvieron en la derecha económica con el franquismo siguen estando ahora?
Los ricos con el franquismo (familia Botín, March, Entrecanales, Del Pino, las Koplowitz, etc) son los ricos ahora. En vez de tener millones de pesetas, tienen millones de euros. En el País Vasco la mutación es mucho más fuerte, porque lo que era la oligarquía de Neguri estaba muy ligada a la industria. Después de la Guerra Civil, los ricos se habían aliado con el franquismo, porque les garantizaba sus negocios. Había una relación entre ambos, una conjunción entre el poder político y económico. Aunque al final de sus días, la dictadura les empieza a molestar.
También apunta en el libro que, con el golpe del 23 de febrero de 1981, los banqueros no se inmutaron.
Hubo dos golpes de estado, uno el chusco, el de Tejero, y otro el más institucional. A José María Aguirre González, presidente de Banesto, el patriarca de la banca, le pregunté a ver qué hizo esa noche, pero me contestó «me fui a dormir». No estaba preocupado porque sabía que pasase lo que pasase seguiría siendo presidente de Banesto. Cuando triunfaron las tesis democráticas y fracasa Tejero, al frente de la manifestación en Madrid se puso Rafael Termes, presidente de AEB. Es la primera vez que los banqueros no estuvieron con la involución; los golpistas se vieron traicionados. En realidad ocurrió que la banca no quiso volver a la dictadura porque perjudicaba su negocio.
¿A Emilio Ibarra, presidente de BBV, lo quitaron también por un golpe dirigido desde Madrid, por el Gobierno Aznar?
Sí. Yo considero que es un golpe de estado contra Neguri. Cuando se produce la fusión de BBV y Argentaria en la planta noble de la sede del Bilbao, se brinda con champán y se dice que han llegado los nuestros. Meses después, a Ibarra le quitaron el banco y tuvo que ir al juzgado, y casi a la cárcel. Cuento en el libro que quien informa a Francisco González de las cuentas secretas de los consejeros en Suiza y los paraísos fiscales es Mario Fernández. No tengo duda que el Gobierno de Aznar quería estrangular al nacionalismo vasco diplomática y económicamente con acciones directas contra sus bastiones capitalistas. Todo lo que fueran fuentes de poder económico se les trata de cercenar. En este caso, el pez pequeño -Argentaria- se comió al grande. Fue un golpe de Estado a Neguri y lo que representaba el poder económico en Euskadi.
Faltan recursos económicos en la actualidad, ¿es admisible que haya paraísos fiscales y se beneficie a los ricos?
Es lo que está en cuestión. En el fondo lo que se recela es un gobierno económico mundial. Si hay una globalizaicón, tendría que haber leyes globales. Los paraísos fiscales son instrumentos para no pagar impuestos. El 28% de todos los recursos del mundo se han ido en esta crisis para sanear a los bancos. Ha producjdo una fuerte indignación entre la ciudadanía. Además sabemos que si hay una quita de la deuda soberana, habrá que darles más dinero. Lo que se ha puesto en cuestión es que si el sistema de pagos funciona, tendrán que ser los mandatarios del mundo los que tendrán que arbitrar fórmulas. La crisis de 2008 es producto del egoísmo. Una ambición y una estafa monumental, el sistema financiero y el sistema bancario se tienen que pensar muy bien como van a salir de ésta, porque los indignados de Madrid ya se han propagado a Estados Unidos.
En este momento que la crisis está haciendo tambalearse al Gobierno de Rodríguez Zapatero, ¿usted cree que los hijos de los franquistas, como indica en el libro, volverán a reconquistar el poder tras el paso de José María Aznar por La Moncloa y dejarán paso a Mariano Rajoy?
Por ahí parece que se avanza. Aznar padre jugó un papel importante en el anterior régimen. Había un chiste decía que Franco se levantaba de la tumba y preguntaba quién está en Información, Pio Cabanillas, mi fiel Pio, y se oía es el hijo. La lista es enorme. Los hijos de los franquistas no son franquistas, se han adaptado a la democracia. Son conservadores de derechas,. La tendencia conservadora lógicamente tomará de nuevo el poder. Una cosa que me preocupa, no es que tome el poder el PP, sino que no haya contrapoder. En 1982, Felipe González tuvo mayoría absoluta, y la derecha no existía. El peligro de la llegada del PP al poder es que el PSOE quede desarbolado y no se actúe de contrapoder, con unos sindicatos españoles burocratizados sin capacidad de reacción frente a la derecha. La democracia es un cuerpo en equilibrio de dos patas, si falla funcionaremos a trompicones.
En «El declive de los dioses», de la editorial Planeta, explica que «el referéndum de la OTAN condujo a un fuerte endeudamiento del PSOE que fue asumido por la banca»; que «el coste económico de integrar a España en la OTAN fue de 100.000 millones, un presupuesto excesivo para la crisis económica que se vivía. Estados Unidos y Alemania lo solucionaron con un crédito», o que los banqueros «no se inmutaron con el golpe de Tejero».
También afirma que el PSOE pensó en «nacionalizar» Rumasa cuatro meses antes de llegar al poder, o que se firmó el Tratado de Adhesión a la UE sin tener todo «negociado, sino que Margaret Thatcher recomendó a Felipe González aceptar las condiciones de la Comisión Europea para seguir negociando para cambiarlas».
Dice que ha vivido seis crisis y cuatro recesiones en su largo periplo por el periodismo económico, ¿la actual es la más grave?
Desde 1973, con el shock, hasta la de nuestros días. Esta es la más dura y prolongada. Al ser financiera se está paralizando el aparato productivo. En términos sociales fue más dura la de 1973, porque el Estado español era un país pobre, y ahora hay colchones. Una crisis económica será más dura en Argentina que en Estados Unidos. Ambas no sé si son crisis o movimientos de cambio profundos. En 1973 se llevó por delante la industria y en ésta el sistema financiero.
¿Eso es bueno o malo?
El Estado español y Euskadi han avanzado a golpe de crisis. En época de bonanza se adocena, no hace reformas y los gobiernos se dejan llevar, y en un mundo cambiante, te paralizas. En crisis, te pones las pilas.
En su libro enumera numerosos casos de corrupción, ¿estamos en un estado corrupto?
Hay un grado de corrupción muy fuerte, generalizar siempre es malo. Pero es cierto que aparecen banqueros como Mario Conde, el empresario Javier de la Rosa, el ex gobernador del banco de España Mariano Rubio, José María Ruiz Mateos, Emilio Ibarra, por temas de los paraísos fiscales. Esta corrupción que se ha producido en la transición es una de las lacras que ha hecho que las crisis hayan tenido un carácter más grave. Tenemos una crisis económica y una institucional. Hay una pérdida de valores que es necesario recuperar.
Dice que CCOO y UGT han sido correa transmisión de los gobiernos españoles.
Se pactó paz social por poder sindical. Hay un bisindicalismo imperfecto, que se rompió en Euskadi con ELA. La práctica del sindicato es distinta en estos casos, porque CCOO y UGT, sobre todo éste último, van de arriba a abajo, mientras que ELA va de abajo a arriba. Los sindicatos son los que más han influido en la economía y la política en estos últimos 40 años. Fueron punta de lanza en la matanza de Vitoria, fueron los que llevaron el peso contra la dictadura de Franco y a favor de la democracia. Mientras, los empresarios como José María Cuevas decían que apoyaban al franquismo por costumbre, porque garantizaba el sistema y la seguridad de la propiedad privada. Estuvieron con la dictadura hasta que se derrumbó. El prestigio de los sindicatos se debió a su oposición y porque fueron el motor de progreso.
Menciona que en 1984 CCOO y UGT hicieron una huelga contra la reforma de las pensiones, porque se pasó de dos a ocho años para computar la pensión. Este año, sin embargo, se ha cambiado la edad de jubilación y se ha ampliado hasta los 25 años el período para tener derecho a pensión y no han hecho huelga.
Tiene más razón de un santo. Los sindicatos no han hecho autocrítica nunca. Parece que no tienen que responder. Es uno de los errores que están cometiendo. En 1984, cuando era ministro español de Trabajo Joaquín Almunia, pasó de 2 a 8 años el período de cálculo de la pensión. Fue una huelga enorme que protagonizó Marcelino Camacho. Nicolás Redondo no fue capaz de sumarse de forma directa a la huelga general, pero provocó la ruptura con el grupo socialista y dejó de hablar a Almunia, a Miguel Boyer y a Carlos Solchaga. Luego se pasa con el PP de 8 a 15 años, todos contentos, y en ésta se da el salto de 15 años a 25 años. Tal y como está hecho es toda la vida laboral, pero se amplía de 65 a 67 años la edad de la jubilación.
¿Las grandes familias que estuvieron en la derecha económica con el franquismo siguen estando ahora?
Los ricos con el franquismo (familia Botín, March, Entrecanales, Del Pino, las Koplowitz, etc) son los ricos ahora. En vez de tener millones de pesetas, tienen millones de euros. En el País Vasco la mutación es mucho más fuerte, porque lo que era la oligarquía de Neguri estaba muy ligada a la industria. Después de la Guerra Civil, los ricos se habían aliado con el franquismo, porque les garantizaba sus negocios. Había una relación entre ambos, una conjunción entre el poder político y económico. Aunque al final de sus días, la dictadura les empieza a molestar.
También apunta en el libro que, con el golpe del 23 de febrero de 1981, los banqueros no se inmutaron.
Hubo dos golpes de estado, uno el chusco, el de Tejero, y otro el más institucional. A José María Aguirre González, presidente de Banesto, el patriarca de la banca, le pregunté a ver qué hizo esa noche, pero me contestó «me fui a dormir». No estaba preocupado porque sabía que pasase lo que pasase seguiría siendo presidente de Banesto. Cuando triunfaron las tesis democráticas y fracasa Tejero, al frente de la manifestación en Madrid se puso Rafael Termes, presidente de AEB. Es la primera vez que los banqueros no estuvieron con la involución; los golpistas se vieron traicionados. En realidad ocurrió que la banca no quiso volver a la dictadura porque perjudicaba su negocio.
¿A Emilio Ibarra, presidente de BBV, lo quitaron también por un golpe dirigido desde Madrid, por el Gobierno Aznar?
Sí. Yo considero que es un golpe de estado contra Neguri. Cuando se produce la fusión de BBV y Argentaria en la planta noble de la sede del Bilbao, se brinda con champán y se dice que han llegado los nuestros. Meses después, a Ibarra le quitaron el banco y tuvo que ir al juzgado, y casi a la cárcel. Cuento en el libro que quien informa a Francisco González de las cuentas secretas de los consejeros en Suiza y los paraísos fiscales es Mario Fernández. No tengo duda que el Gobierno de Aznar quería estrangular al nacionalismo vasco diplomática y económicamente con acciones directas contra sus bastiones capitalistas. Todo lo que fueran fuentes de poder económico se les trata de cercenar. En este caso, el pez pequeño -Argentaria- se comió al grande. Fue un golpe de Estado a Neguri y lo que representaba el poder económico en Euskadi.
Faltan recursos económicos en la actualidad, ¿es admisible que haya paraísos fiscales y se beneficie a los ricos?
Es lo que está en cuestión. En el fondo lo que se recela es un gobierno económico mundial. Si hay una globalizaicón, tendría que haber leyes globales. Los paraísos fiscales son instrumentos para no pagar impuestos. El 28% de todos los recursos del mundo se han ido en esta crisis para sanear a los bancos. Ha producjdo una fuerte indignación entre la ciudadanía. Además sabemos que si hay una quita de la deuda soberana, habrá que darles más dinero. Lo que se ha puesto en cuestión es que si el sistema de pagos funciona, tendrán que ser los mandatarios del mundo los que tendrán que arbitrar fórmulas. La crisis de 2008 es producto del egoísmo. Una ambición y una estafa monumental, el sistema financiero y el sistema bancario se tienen que pensar muy bien como van a salir de ésta, porque los indignados de Madrid ya se han propagado a Estados Unidos.
En este momento que la crisis está haciendo tambalearse al Gobierno de Rodríguez Zapatero, ¿usted cree que los hijos de los franquistas, como indica en el libro, volverán a reconquistar el poder tras el paso de José María Aznar por La Moncloa y dejarán paso a Mariano Rajoy?
Por ahí parece que se avanza. Aznar padre jugó un papel importante en el anterior régimen. Había un chiste decía que Franco se levantaba de la tumba y preguntaba quién está en Información, Pio Cabanillas, mi fiel Pio, y se oía es el hijo. La lista es enorme. Los hijos de los franquistas no son franquistas, se han adaptado a la democracia. Son conservadores de derechas,. La tendencia conservadora lógicamente tomará de nuevo el poder. Una cosa que me preocupa, no es que tome el poder el PP, sino que no haya contrapoder. En 1982, Felipe González tuvo mayoría absoluta, y la derecha no existía. El peligro de la llegada del PP al poder es que el PSOE quede desarbolado y no se actúe de contrapoder, con unos sindicatos españoles burocratizados sin capacidad de reacción frente a la derecha. La democracia es un cuerpo en equilibrio de dos patas, si falla funcionaremos a trompicones.
«Osama Bin Laden trabajó para Iberia»
Entre otras muchos episodios que se narran en el libro, recuerda que Bin Laden perteneció a la plantilla de Iberia, lo que parece paradójico.
Muchas veces los periodistas encontramos ciertas noticias de carambola. Así fue ésta. Me lo comentó el consejero comercial de Alstom, José Antonio Peláez Bohigas, en un viaje a Kuala Lumpur y en medio de las torres Petronas al insinuar que se podrían caer. En el año 1978 hubo una serie acuerdos entre el Estado español y Arabia Saudí, entre las familias reales que acordaron establecer un vuelo directo entre Madrid y Ryad. Una familia pudiente saudí apadrinó el negocio y es cuando apareció el joven Osama Bin Laden. Tuvo una novia en Marbella. Era un hombre religioso, no tomaba alcohol y oraba. Un día muy enfadado, criticó a Iberia porque no pagaba el impuesto religioso sobre las ventas (algo parecido al impuesto de sociedades). Le convencieron que tampoco Arabia Saudí pagaba a la Iglesia católica. La línea no fue rentable y se cerró. Siempre me pregunté si Bin Ladem cobraría la pensión como antiguo empleado de Iberia.
La trayectoria del anterior presidente de la patronal José María Cuevas tampoco tiene desperdicio.
Así es. Cuevas no tiene desperdicio. Venía del sindicato vertical y mira dónde ha terminado. Éste también de poco termina en la cárcel. .
¿Como ve el futuro?
Creo que se ha producido un cambio de paradigma. China, que no tiene sanidad pública, ni prestaciones de paro, ni pensiones, y sólo ocho días de vacaciones, es quien nos está prestando el dinero. Este país comunista es el primer prestamista en el mundo. Ya se sabe que quien presta fija las reglas. De esta salimos, pero un 30-40% más pobres. Deberíamos tener en cuenta que vamos a un mundo distinto, los países más pobres empiezan a reclamar un lugar bajo el sol. Lo que no podía ser es que el 25% de la población consumía el 85% de los recursos mundiales. Eso se ha terminado. J. BASTERRA
Muchas veces los periodistas encontramos ciertas noticias de carambola. Así fue ésta. Me lo comentó el consejero comercial de Alstom, José Antonio Peláez Bohigas, en un viaje a Kuala Lumpur y en medio de las torres Petronas al insinuar que se podrían caer. En el año 1978 hubo una serie acuerdos entre el Estado español y Arabia Saudí, entre las familias reales que acordaron establecer un vuelo directo entre Madrid y Ryad. Una familia pudiente saudí apadrinó el negocio y es cuando apareció el joven Osama Bin Laden. Tuvo una novia en Marbella. Era un hombre religioso, no tomaba alcohol y oraba. Un día muy enfadado, criticó a Iberia porque no pagaba el impuesto religioso sobre las ventas (algo parecido al impuesto de sociedades). Le convencieron que tampoco Arabia Saudí pagaba a la Iglesia católica. La línea no fue rentable y se cerró. Siempre me pregunté si Bin Ladem cobraría la pensión como antiguo empleado de Iberia.
La trayectoria del anterior presidente de la patronal José María Cuevas tampoco tiene desperdicio.
Así es. Cuevas no tiene desperdicio. Venía del sindicato vertical y mira dónde ha terminado. Éste también de poco termina en la cárcel. .
¿Como ve el futuro?
Creo que se ha producido un cambio de paradigma. China, que no tiene sanidad pública, ni prestaciones de paro, ni pensiones, y sólo ocho días de vacaciones, es quien nos está prestando el dinero. Este país comunista es el primer prestamista en el mundo. Ya se sabe que quien presta fija las reglas. De esta salimos, pero un 30-40% más pobres. Deberíamos tener en cuenta que vamos a un mundo distinto, los países más pobres empiezan a reclamar un lugar bajo el sol. Lo que no podía ser es que el 25% de la población consumía el 85% de los recursos mundiales. Eso se ha terminado. J. BASTERRA
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