Sonrisas de Bombay

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Ante los robos de los bancos y otros: insumisión monetaria legal

Guía rápida de la insumisión monetaria


Objetivo: no pagar, sencillamente. Frente al robo al que nos someten a diario, cabe esa bendita posibilidad, aunque a veces no disponemos de la información necesaria para llevar a cabo de manera legal y ordenada este acto de desobediencia civil. En su día, ya recomendé una página de la que descargar modelos de reclamación para las diferentes entidades bancarias, financieras, tecnológicas, etc.

Pero me gustaría profundizar más en el asunto, y acaso ayudar a todo aquel que, en estos momentos de establecimiento de la extorsión como norma, se encuentre paralizado, preocupado, o no sepa por dónde empezar. También espero que cada cual encuentre las diferentes posibilidades para frenar el acoso publicitario, una lacra tan molesta como un sarpullido.

Empezaremos por interiorizar dos entidades fundamentales, piedras angulares de esta insumisión: el servicio de reclamaciones del Banco de España (que experimentó un crecimiento del 81% en el primer semestre del año 2009 con respecto al semestre anterior) y la Agencia de Protección de Datos.

Para continuar, es necesario comprender que estamos siendo atracados de diversas formas, admitirlo, aunque cueste creerlo, e informarnos todo lo que podamos a este respecto. Comisiones prohibidas, acciones ilegales, contratos con seguros no solicitados, cambio de las condiciones sin permiso, utilización cuasi delictiva de datos personales y un largo etcétera. Para comenzar la singladura, una vez situados, vayamos por partes.



1º- Evitar el contacto teléfonico. Podríamos arruinarnos por llamar a números de 902 mientras nos van dando largas de un departamento a otro. Las cartas les aterran: me he encontrado con casos en los que se niegan a dar la dirección postal, cuando es su obligación, como clientes suyos que somos. En caso de encontrarnos con esta negativa, solicitar el nombre y apellidos de la persona que nos atiende e informarle de la posibilidad de una demanda. Además, muchas veces nos dicen que la conversación se está grabando, ¿verdad? Muy bien: como esa conversación está siendo grabada, podría requerirse en el futuro para las acciones que uno estime oportunas. Al minuto, tendremos su dirección de correo.

2º- Solicitar a la entidad correspondiente, mediante un escrito, un extracto de cada movimiento, cada interés aplicado, cada comisión... En este foro maravilloso de antiusura podremos encontrar muchos modelos. La carta debe ir por correo certificado y con acuse de recibo, no sea que luego nos digan que no la recibieron. También encontraremos modelos en la web de reclamaciones del Banco de España.

3º- Una vez recibida la respuesta, a buen seguro insatisfactoria, presentar una reclamación ante ellos, siempre mediante escrito. Para ello, no estaría de más el asesoramiento de algún abogado y/ o amigo que esté enterado de las comisiones permitidas. Con la misma reclamación y la respuesta recibida, debemos acudir físicamente a las oficinas del Banco de España, de manera que fuese esta entidad la que, en un momento dado, pasara a tutelar el caso. Según he consultado a un par de abogados, una vez llegados a este punto prefieren no llegar a juicio, dependiendo de la cantidad que estén intentando atracar, eso sí.

4º- En el caso de las compañías de nuevas tecnologías y grandes almacenes que venden a plazos, cuando detectemos abuso y extorsión, ir a la oficina de Arbitraje de Consumo del ayuntamiento. Se cursa la reclamación, y la supuesta deuda desaparece como por arte de magia.

5º- Si la publicidad o las llamadas de bancos y otros perros inundan nuestros teléfonos y nuestro buzón, debemos oponernos mediante escrito, modelo vigente de la Agencia de Protección de Datos. Una vez recibida la carta por la compañía/ entidad que fuere, estos datos nuestros quedan sin poder utilizarse. Si volviéramos a recibir noticias suyas por alguna vía que no hemos consentido, acudir en persona a la AGPD y contar el caso con toda la documentación posible.

6º- Pasar del dicho al hecho. Ellos se aprovechan de nuestra falta de tiempo y energías, y saben que en la mayoría de los casos la gente no pasa a la acción. Pero una vez comenzado el camino, el placer es inmenso, y no hemos de olvidar que las leyes están todavía de nuestra parte.

Espero que a alguien le sea de utilidad esta entrada. Un saludo a todos aquellos que a veces me leen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario