LA REALIDAD EN COLORES
No hace falta ser un genio de la economía para ser consciente de que la cosa va mal, muy mal. 
No  hace falta ser un analista genial para darse cuenta de que los que  mandan no tienen ni idea sobre la solución a este embrollo colosal que  ha creado su estupidez y su dejar hacer.
No  hace falta ser un fino analista económico para comprobar que todo el  sistema económico se asentaba sobre grandes falacias. Falacias que han  decidido mostrarse a la par, para desesperación de millones de personas  en el mundo.
No hace falta ser un  estudioso de la economía para saber que la adulteración de las  macrocifras se ha convertido en la coartada perfecta para justificar  todo lo ocurrido hasta ahora y buena parte de lo que está por venir:  hambre, miseria, desigualadades entre países y dentro de los mismos  países.
Todo lo expuesto anteriormente se puede resumir en este mapa:
Este mapa, con esos colores tan  chulos, refleja el nivel de desigualdades sociales dentro de cada uno de  los países.  El nivel de desigualdades sociales se mide con el Coeficiente Gini,  que, grosso modo, cuanto más se acerca a 0 indica menor nivel de  desigualdad, por lo que los países coloreados en verde son aquellos en  que las desigualdades sociales, las diferencias entre pobres y ricos,  son menores. Por contra, cuanto más se acerca un país al rojo, mayor  número de ciudadanos serán pobres en dicho país.
Alguien,  seguramente con razón, podrá discutir la validez de este mapa para  conocer la situación real de un país, y, sobre todo, compararlo con  otros países. Por ejemplo, no es normal que EE.UU. tenga el mismo color  que su vecino los Estados Unidos de Méjico. Es verdad, la renta per  capita en el país del Norte es mayor y las condiciones, en general,  mejores, pero eso no es óbice para que en el país gobernado por Obama  cada vez haya más pobres y la diferencia entre ricos y pobres sea mayor,  la brecha sigue abriéndose, gracias a las políticas neoliberales.
De  este mapa llama la atención que el lugar donde las desigualdades  sociales son menores es un pequeño continente llamado Europa y algún  lugar más, Canadá, Australia y Mongolia, donde la pobreza esta bien  repartida. Es decir, que el Estado de Bienestar, eso con lo que quieren  acabar los neoliberales, si que sirve para limar diferencias entre  pobres y ricos y no sólo eso, permite, igualmente, que muchos de sus  países figuren entre los más ricos del mundo. 
Resulta  sorprendente que un país como EE.UU. tenga un reparto de la riqueza tan  desigual, pero, si miramos más abajo en el mismo continente, observamos  como en Chile, el ultraliberal Chile, las desigualdades son aún más,  más que en la ultracompetitiva China, lo cual es tremendo, pues hasta el  propio gobierno chino, esa dictadura, reconoce que el mayor problema  del país son las desigualdades sociales. Por cierto, las desigualdades  sociales en Chile, al menos porcentualmente, son similares a las de otro  país que representa lo contrario a el país sudamericano, Venezuela.  Ambos lugares comparten color y, por tanto, un alto número de personas  que no se benefician de la riqueza existente en el país. Tampoco  deberíamos dejar pasar por alto que el último "milagro neoliberal"  sudamericando, Perú, comparte color con Chile. ¿Será causalidad?
Otro  dato que me causa cierto estupor es comprobar como las diferencias  sociales en los cuatro países que se permitían el lujo de dar consejos a  Europa, a cambio, en teoría, de comprar nuestra deuda:  Rusia, China,  Brasil y Sudáfrica se caracterizan por sus grandes desigualdades  sociales. Parece que el dinero del que no disponen una buena parte de  sus ciudadanos, es él que nos quieren prestar a los europeos. Curioso.
Aunque  este mapa se debería completar con otros datos, es evidente que en un  país con mayor P.I.B. los pobres va a ser menos pobre que un país con  mayor P.I.B., pero no deja de ser significativo que en aquellos países  con un mayor P.I.B. las desigualdades entres sus ciudadanos son mayores  cuanto más implantado está el sistema neoliberal, siendo éstas  mitigadas, al menos en parte, en aquellos países con sistemas de  protección social importantes. 
A partir de aquí, que cada uno piense y actúe como desee.
Un saludo.
  
 
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