En Valencia es muy difícil encontrar personas como ella, pero existen y ella es un gran ejemplo a seguir:
Liderazgo innovador
Consuelo Guerri, investigadora del Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia, ha donado a sus becarios los 25.000 euros del premio The Manfred Lautenschlager Award que le ha sido concedido. El reconocimiento ha venido dado por sus trabajos en torno al Síndrome Alcohólico Fetal.
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La científica que 'premia' a sus becarios: 'Con 60 años y toda la vida investigando me veía sola'
Consuelo Guerri recoge un galardón. | CIPF- Sufraga con premios, conferencias e informes los salarios de su equipo
- 'Vivimos un momento crítico en toda España, pero no sólo en investigación'
Noa de la Torre | Valencia
Actualizado jueves 29/09/2011 23:29 horas
En tiempos de vacas flacas, los fondos destinados a la ciencia escasean. Investigar se convierte prácticamente en un privilegio. Lo saben en el Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia. Nació en 2005 para convertirse en referencia en el campo de la biomedicina y hoy languidece víctima de los continuos recortes.
Aunque ya se prevén nuevos despidos, varios profesionales salvarán sus empleos gracias a Consuelo Guerri. Y es que la jefa del laboratorio de patología celular ha destinado los 25.000 euros de un premio que reconoce su dilatada trayectoria a sufragar los salarios de su equipo.
Guerri se resta mérito personal, pero lo cierto es que los fondos del Manfred Lautenschläger Award permitirán mantener, al menos durante algún tiempo, las líneas de investigación en las que trabaja un equipo de diez personas. Cinco de ellos son becarios.
"A mis 60 años y con toda la vida investigando, es ahora cuando me veía sola", explica a ELMUNDO.es. "Con los recortes, mantener a la gente será cada vez más difícil", apunta, puesto que las becas o contratos están asociados a proyectos concretos y se extinguen tras su finalización.
No es la primera vez que Guerri hace de mecenas para sostener su propio trabajo y el de sus compañeros. También entrega a esta causa los 2.000 euros que puede percibir por impartir una conferencia o los 5.000 que pueda cobrar por la redacción de un informe.
"Este es el único dinero con el que puedo hacer lo que quiera y, por tanto, puedo destinarlo a seguir pagando a un becario al que le caduca el contrato", afirma.
El coste de personal es el mayor capítulo de gastos, admite, pero sin investigadores no se puede optar a la solicitud de proyectos. En la actualidad, las líneas que dirige pueden costar unos 90.000 euros al año.
"Vivimos un momento crítico en toda España, no sólo la investigación, aunque a nosotros nos repercute mucho", denuncia Guerri, que evita pronunciarse sobre la crisis del Príncipe Felipe. En su opinión, "un año de recortes provocará que la investigación tarde muchos más en remontar y situarse al nivel previo".
En su caso, su intención es seguir trabajando en el estudio de los efectos del consumo de alcohol sobre el cerebro adulto y en desarrollo, así como de los mecanismos que provocan la muerte neuronal, la neurodegeneración y el síndrome alcohólico fetal. Aunque tenga que autofinanciarse con conferencias o premios.
Aunque ya se prevén nuevos despidos, varios profesionales salvarán sus empleos gracias a Consuelo Guerri. Y es que la jefa del laboratorio de patología celular ha destinado los 25.000 euros de un premio que reconoce su dilatada trayectoria a sufragar los salarios de su equipo.
Guerri se resta mérito personal, pero lo cierto es que los fondos del Manfred Lautenschläger Award permitirán mantener, al menos durante algún tiempo, las líneas de investigación en las que trabaja un equipo de diez personas. Cinco de ellos son becarios.
"A mis 60 años y con toda la vida investigando, es ahora cuando me veía sola", explica a ELMUNDO.es. "Con los recortes, mantener a la gente será cada vez más difícil", apunta, puesto que las becas o contratos están asociados a proyectos concretos y se extinguen tras su finalización.
No es la primera vez que Guerri hace de mecenas para sostener su propio trabajo y el de sus compañeros. También entrega a esta causa los 2.000 euros que puede percibir por impartir una conferencia o los 5.000 que pueda cobrar por la redacción de un informe.
"Este es el único dinero con el que puedo hacer lo que quiera y, por tanto, puedo destinarlo a seguir pagando a un becario al que le caduca el contrato", afirma.
El coste de personal es el mayor capítulo de gastos, admite, pero sin investigadores no se puede optar a la solicitud de proyectos. En la actualidad, las líneas que dirige pueden costar unos 90.000 euros al año.
"Vivimos un momento crítico en toda España, no sólo la investigación, aunque a nosotros nos repercute mucho", denuncia Guerri, que evita pronunciarse sobre la crisis del Príncipe Felipe. En su opinión, "un año de recortes provocará que la investigación tarde muchos más en remontar y situarse al nivel previo".
En su caso, su intención es seguir trabajando en el estudio de los efectos del consumo de alcohol sobre el cerebro adulto y en desarrollo, así como de los mecanismos que provocan la muerte neuronal, la neurodegeneración y el síndrome alcohólico fetal. Aunque tenga que autofinanciarse con conferencias o premios.
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