Ya es normal que Camila Vallejo, presidenta  de la FECH, acapare portadas de distintos diarios del mundo. Esta vez  fue por parte del pasquín inglés, The Guardian, que incluso la  compararon con líder mexicano, subcomandante Marcos.
Nota de The Guardian:
“Desde los días del zapatista subcomandante Marcos que  Latinoamérica no había sido encantada por un líder rebelde. Esta vez,  no hay pasamontañas, pipa ni armas, sino un aro de plata en la nariz.
Conocida como comandante Camila, la  estudiante se ha transformado en el rostro de un levantamiento popular  que algunos analistas llaman “el invierno chileno”. Sus conferencias de  prensa pueden conducir a la destitución de un ministerio. Las marchas  que lidera llevan a cerrar sectores de la capital chilena. Ella tiene al  gobierno en fuga, y ahora incluso tiene protección policial tras  recibir amenazas de muerte.
Sin embargo, hace seis meses, nadie había  oído hablar de Camila Vallejo, de 23 años de edad, quien encabeza una  rebelión que ha sacudido no sólo la presidencia del empresario  multimillonario Sebastián Piñera, sino a toda la clase política chilena.  Las encuestas de opinión muestran que Piñera tiene el 26% del apoyo del  público, mientras que la recién derrocada Concertación sólo el 16% .
El miércoles vio el inicio de un paro  nacional de dos días, donde trabajadores del transporte y otros  empleados del sector público acompañaron el movimiento estudiantil, en  creciente señal de protesta.
“Hay enormes niveles de descontento”, dijo  Vallejo en una entrevista reciente. “Siempre es la juventud la que hace  dar el primer paso … no tenemos compromisos familiares, esto nos permite  ser más libres. Nosotros dimos el primer paso, pero ya no estamos  solos, las generaciones más viejas se están uniendo a esta lucha”.
Elegida como la segunda líder femenina en  los 105 años de historia de la organización de estudiantes de la  Universidad de Chile, Vallejo, quien además es miembro del Partido  Comunista de Chile, es la cara de un movimiento que no ha sido visto  desde los últimos años de Augusto Pinochet en los años 80.
Cientos de miles de escolares y  universitarios se han rehusado a asistir a clases desde comienzos de  junio, clamando por una mejor y más accesible educación y el fin de un  sistema en dos niveles que crea unos cuantos colegios ricos de elite  sobre muchos otros del tipo público. Vallejo ha organizado varios  cacelorazos -protestas en las que los participantes golpean ollas y  sartenes. Algunas manifestaciones se tornaron violentas.
“No queremos violencia, nuestra lucha no es  contra la policía o para destruir las tiendas comerciales … nuestra  lucha es para recuperar el derecho a la educación, en la que hemos sido  enfáticos y claros”, dijo Vallejo cuando se paró frente al palacio  presidencial .
 
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