Sonrisas de Bombay

miércoles, 10 de agosto de 2011

Diferencias entre maricas y católicos

http://d-bnews.blogspot.com/2011/08/diferencias-entre-maricas-y-catolicos.html

La Jornada Mundial de la Juventud católica y los costes que asume el Estado continúan creando polémica, más aún después de las declaraciones ayer cuando su director financiero llegó a asegurar que "contribuirá a reducir el déficit de España". Según apuntó, de los casi 50,5 millones que tiene su presupuesto -por fin lo admitieron, aunque han venido negando la cifra sistemáticamente-, ninguna partida ha sido sufragada por la Administración. Y probablemente no miente -iría al infierno, como buen católico-, pero tan sólo porque lo que paga el contribuyente -sea católico o no- no se contempla entre sus partidas.

Y es que se produce un importante agravio comparativo con otros eventos internacionales acogidos anteriormente por Madrid. Se ha comparado la JMJ con el Orgullo Gay, pero si queremos que la comparación sea realmente justa tendremos que hacerlo con la edición de 2007 (Europride), que fue cuando Madrid se convirtió en capital europa del Orgullo. En aquellos actos, los políticos del PP literalmente se esfumaron de la escena. Veamos cuál fue el despliegue entonces, pues los ingresos para la ciudad, que es el principal argumento de la propia Iglesia y de quienes apoyan la implicación económica del Estado, debieron ser mayores: frente al millón y medio de peregrinos que las previsiones más optimistas esperan la semana que viene, el Europride 2007 reunió un millón más de personas (2,5 millones).

Entonces y a diferencia de lo que ha hecho con la JMJ, la Comunidad de Madrid no cedió los colegios públicos (más de 500 instalaciones en total) para albergar gratuitamente a los asistentes del Orgullo. Tampoco en 2007 se creó un abono transportes especial, como sucede con la visita del Papa, con descuentos de hasta un 80% sobre el precio normal, lo que supone una pérdida de ingresos de 20 millones de euros. Y la medida la toman justo después de haber subido el precio del billete sencillo un 50%.

El ministerio de Cultura contribuyó con 60.000 euros al Orgullo, pero es que Madrid disfrutó durante una semana de más de 200 eventos culturales, entre actuaciones musicales, de danza o exposiciones como el festival Muestra T, donde se ilustró la lucha del colectivo LGTB desde los años 70 por equiparar los derechos. La JMJ ni siquiera organiza medio centenar de actividades culturales.

Por su parte, el ayuntamiento de Madrid, subvencionó con 100.000 euros, cierto, pero su despliegue se limitó a 274 policías y agentes de movilidad, 35 miembros del Samur, 8 ambulancias y 3 vehículos de intervención rápida. Para la JMJ, Gallardón ha movilizado a unos 12.000 trabajadores, entre policías municipales, agentes de movilidad y miembros del Samur, Protección Civil y del Servicio de Limpieza Urgente (Selur). Un tercio de la plantilla del Ayuntamiento estará al servicio de la JMJ. El ministerio del Interior destinará también 5.000 policías nacionales y 1.200 guardias civiles (1,7 millones de euros).

A la luz de las cifras uno diría que la JMJ católica está recibiendo un trato de favor. Nada que ver con aquel Europride 2007, desde luego. Las Administraciones Públicas, fundamentalmente Gobierno regional y Ayuntamiento, se han volcado con la visita del Papa adoptando una actitud bien distinta de la que hacen gala durate el Orgullo. La diferencia para ellos debe de ser evidente: Mientras la JMJ es un evento mundial de jóvenes que comparten los valores que salvarán al mundo, el Orgullo no es más que una reunión de maricas enfermos y viciosos promíscuos que están llevando a la perdición a esta sociedad de almas rotas.
Por lo menos, que no nos traten de tontos, que nos lo digan claramente.

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