El 15M no se vende
En todo caso, el PSOE siente que ha de recortar la ventaja de PP a toda costa y para ello está dispuesto a sacrificar todo cuanto sea necesario. A diferencia de Rajoy, Rubalcaba no tiene nada que perder porque de partida lo tiene todo perdido. El 'candidato Alfredo' se puede permitir el lujo de lanzar discursos oportunistas, regalándole los oídos al 15M, a pesar de que el apoyo incondicional del PSOE viene más por política de partido que por creencia real. Así, mientras algunos como Tomás Gómez defienden sus candidatura de puertas para afuera, en petit comité alaba su naturaleza estratega pero duda de su madera de líder.
Rubalcaba quiere poner toda la carne en el asador y para ello tira de cuanto sea necesario. En este sentido, PRISA siempre ha sido calificado de periódico oficialista del PSOE. Parte de razón hay, no cabe duda, y la prueba de ello es cómo la Cadena Ser nutre al actual equipo electoral de Rubalcaba con fichajes como el ex director de servicios informativos, Rodoldo Irago. Pero más allá de la cantera de fichajes, el 'candidato Alfredo' envida con fuerza a través de El País. Lo hizo en su día con el famosos editorial que exigía elecciones anticipadas antes de que Zapatero lo anunciara -de hecho, al presidente no le gustó un pelo el artículo y negó mil y una veces cualquier remota posibilidad de adelanto-. Y lo hizo ayer, con un editorial despreciable y mentiroso en el que El País no dudaba en afirmar que "tan solo el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, se ha pronunciado en el sentido de ofrecerles un espacio para dar a conocer sus propuestas".
Hoy, a través del incondicional del PSOE Juan Cruz -miembro del consejo de dirección de El País- vuelve a al carga, tomando como ello a un más que cuestionable aval: Moratinos. El ex ministro afirma en una entrevista que "Rubalcaba es un fuera de serie". Es todo lo que se le ocurre para piropearle. Afortunadamente, si algo ha demostrado el 15M, bien por la vía de las acampadas bien por la de Democracia Real Ya, es su madurez. No se trata de un grupo de perroflautas, ni de niños mal criados y mucho menos de alborotadores ociosos, como nos venden los políticos del PP y los empresarios. Por eso mismo, los coqueteos dialécticos desesperados del PSOE con el 15M no resultan creíbles, más aún cuando sus hechos no acompañan a sus palabras. La violación del derecho de libre circulación de la semana pasada en Madrid, levantada después sin justificación alguna, así como el respaldo del brutal desalojo por parte de la Policía Nacional no se olvidará fácilmente.
Ahí, de nada servirán sonrisitas y editoriales pro 15M. Eso es para los otros votantes, para los hinchas políticos que quieren palmaditas en la espalda. El 15M quiere hechos. Y los quiere ya.
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