Pues bien, ha sido en ese blog donde Fernando ha decidido airear su frustración, su impotencia y su rabia como profesor al ver la alegría, ilegalidad y falta de respeto a la constitución (aconfesional) y a los ciudadanos de Madrid con la que la Comunidad de Madrid ha secuestrado las instituciones académicas públicas para regalárselas a los “peregrinos de las JMJ”, unos “peregrinos” que en su mayoría han sido convencidos de venir a Madrid casi a la fuerza, como expliqué en esta entrada Financiación pública de las JMJ (que ahora pretender negar con malabarismos legales, institucionales y financieros) de hace unos meses en la que una chica anónima me contaba cómo les habían reclutado para pasar unos días en Madrid gratis (la caradura de la Comunidad de decir que se van a ingresar 100 millones es de aúpa… ¡si le pagáis todo, hasta los billetes de metro y autobús!).
Pero volvamos a esa lúcida entrada de Fernando J. López en su blog, muy acertadamente titulada Quiero una escuela laica, en la que denuncia, desde dentro, en primera persona, el modo en el que la Consejería de Cultura madrileña está regalando nuestro dinero. Me voy a permitir destacar algunos fragmentos.
Empezando con la foto con la que Fernando encabeza su valiente escrito. Esa pancarta puesta en una institución pública es un insulto a la libertad de todos los que somos ateos, laicos, o simplemente de otra religión, y tenemos que aguantar propaganda sectaria, misógina y homófoba, cada vez que acudimos a un organismo que es para todos los madrileños.
¿Por qué no ponen un cartel animando a observar el Ramadán encima de esa entrada a una institución pública, oficial, que pagamos todos, cuando lleguen las fechas? ¿O para el Tishá BeAv judío, o el Galugan indonesio, o el Vasant Panchami que da la bienvenida a la diosa de la primavera en la India, o el Now Ruz o Año Nuevo Persa, o el Tin Hau taoísta de China., o cualquiera de estas celebraciones religiosas que observan una proporción enorme de población en Madrid? ¿O anunciando la verdad de que DIOS NO EXISTE como pensamos una enorme proporción de madrileños?
Pero es el maravilloso desarrollo lógico del artículo de Fernando J. López el que explica el sectarismo, privatización y manipulación que la Comunidad en manos del partido popular ha impuesto de un modo inédito en la historia de nuestra democracia. Leamos la terrible denuncia que un profesor hace de este golpe de estado a las instituciones que todos los madrileños pagamos:
Desde esta semana, mi instituto (público y, por tanto, laico) será albergue de peregrinos de la JMJC -perdonen, pero lo de JMJ me parece un hurto léxico, puesto que no se trata de toda la J(uventud), sino solo de la J(uventud) C(atólica), por mucho que los vergonzantes carteles que han colgado en la misma sede de la Consejería de Educación madrileña (vide supra) haciendo apología de dicha visita insistan en los contrario. La conversión de mi centro escolar en un improvisado motel ha sido, por supuesto, forzosa, ya que la Comunidad de Madrid no dio opción a los claustros ni directivas a opinar al respecto, sino que decidió emplearlos con un ánimo que no se puede calificar más que de déspota y cortijero. Esta decisión, cómo no, ha alterado las vacaciones de los conserjes -personal no docente al que olvidamos con lamentable frecuencia y que, sin embargo, forma parte esencial de la comunidad educativa- y les ha obligado a cancelar sus planes para estar disponibles y atender a cuanto JC (joven cristiano) se les presente en pleno agosto.Pero este terrible retrato del secuestro de una institución pública imprescindible para el buen crecimiento de nuestro jóvenes no acaba ahí. Fernando nos explica, como profesor, repito, las consecuencias de esta escandalosa acción ilegal e inconstitucional:
No solo no recuerdo que se hayan cedido los colegios e institutos públicos para ninguna otra causa en los años que llevo en la enseñanza (¿imaginan que fueran propuestos como albergues y residencias para jóvenes y adolescentes sin recursos que quisieran asistir al próximo Orgullo Gay 2012?), sino que ni siquiera están disponibles para los alumnos y profesores que querríamos disponer de ellos en beneficio de nuestros estudiantes. Así, por ejemplo, en mi centro solo se puede abrir dos tardes a la semana pues, según la Comunidad, no hay presupuesto para que un conserje se encuentre allí el resto de la semana (es más, este año la directiva tuvo que hacer malabares para poder llegar a junio ante la ridícula partida que se nos concedió). Esto hace que aquellos profesores que llevamos a cabo actividades extraescolares vespertinas -y, como ya se ha dicho más de una vez en este blog, voluntarias y no remuneradas- tengamos que concentrarlas en esa dos únicas tardes, sin darnos mayor disponibilidad de horarios que pudiesen beneficiar tanto a los chicos, como a sus familias y a nosotros mismos.¿O sea que no sólo Esperanza Aguirre está destruyendo la educación en Madrid obligando a los profesores a dar horas interminables de clases de todo tipo (hasta para las que no se prepararon) con el consiguiente agotamiento, desánimo y sufrimiento del profesorado (tengo una querida amiga que está de baja por depresión a causa de su impotencia de cubrir todas las asignaturas y horas) que tiene en sus manos el futuro de nuestros jóvenes, sino que esos problemas desaparecen cuando lo que se hace es adoctrinar, lavar el cerebro y manipular a niños y jóvenes en un monopolio de la muerte como es la Iglesia Católica?
Pero todos estos abusos no son mencionados por la manipuladora infraestructura mediatica del TDT Party e incluso medios demasiado alejados de la realidad que se está viviendo en la enseñanza. Ni mencionemos el caso de los/las pobres limpieadores/as que tendrán que cargar con todo ese trabajo extra como muy bien explica Fernando:
Está claro que el coste de mantener los centros abiertos y activos por la tarde (lo que permite integrar y motivar aún más a los alumnos, especialmente en sitios y entornos conflictivos) es mucho menos interesante para la Comunidad de Madrid que el gasto que supone regalar estos mismos centros a unos peregrinos cuyo uso de nuestras instalaciones supondrá un trabajo extra de limpieza y acondicionamiento que tampoco sabemos quién va a pagar. Es más, puede que no lo pague nadie y que se limiten a pedir un esfuerzo extra por parte del personal de limpieza (de nuevo, el olvidado personal no docente) para que el curso pueda comenzar en la fecha prevista (si es que la huelga -cada vez más previsible y, esperemos, segura- lo permite).¿A alguien le extraña que en esta situación se haya convocado una huelga?
Pero todo eso es secundario al lado de la oculta estrategia de Esperanza Aguirre para privatizar sectores enteros de la enseñanza pública de un modo sibilino y torticero, como denuncia Fernando en este párrafo:
De todos modos, gracias a las labores privatizadoras -y al gusto por el adoctrinamiento- de nuestra Consejería de Educación, ya no tendré que preocuparme por esas actividades fuera del horario escolar que, posiblemente, ni siquiera podré realizar el curso próximo. Y no solo porque dudo que impartiendo materias que no son la mía a grupos de 40 alumnos -y con un horario ampliado- pueda tener tiempo para ello, sino porque esas actividades ya no están en manos del claustro, sino que han sido cedidas -a través de un maquiavélico plan llamado Refuerza- a la organización Empieza por educar, fundación perteneciente a la secta ultraliberal Teach for America (y de la que pueden obtener más información en este aterrador enlace). Hasta ahora, los centros coordinábamos esos planes y, tal y como sucedía en el mío, no solo colaborámos profesores, sino también antiguos alumnos. Ahora, todo eso se sustituye por una externalización de los recursos que permite la incorporación de una empresa privada a los institutos públicos. Y no de una empresa cualquiera, por supuesto, sino de una organización de extrema derecha dispuesta a catequizar a nuestros alumnos -especialmente, a los más débiles (e influenciables) desde el punto de vista socioecónomico, tal y como afirman en su ideario- para convencerles de que el Tea Party es el camino de la salvación.¿Los fascistas estadounidenses son los que van a adoctrinar-programar a nuestra juventud con el dinero del contribuyente? ¡Esto es de traca!
Por suerte aún podemos hacer algo, aunque sea denunciar esos chanchullos, o, como lo explica magistralmente Fernando:
Empieza por albergar. Empieza por utilizar los centros públicos como a ti te convenga. Empieza por catequizar manteniendo la religión en nuestras aulas. Y, por supuesto, empieza por educar (bajo una férrea bandera ideológica, por ejempo, la del Tea Party) y por privatizar (deprisa y, cuanto más, mejor). Ese es el triste -y único- credo de nuestra Consejería. Un credo que, de momento, imponen a su antojo y que, ojalá, podamos detener… Aún estamos a tiempo.Al menos, os ruego que leáis la entrada Quiero una escuela laica de Fernando íntegra. No tiene desperdicio.
Y mientras tanto el inefable 15M y los “Indignados” han decidido en Asamblea no secundar la marcha ‘anti-Papa’ convocada por las asociaciones Europa Laica, Redes Cristianas y AMAL que recorrerá las calles de la capital el próximo día 17 a las 19.30 y acabará en Sol.
¿Para eso sirven las tan cacareadas asambleas? ¿Haciéndole el juego al Partido Popular otra vez?
Gracias Fernando. Gracias de corazón.
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