Muchos ediles del PSC y CiU se han subido el sueldo después de las elecciones, pese a que algunos tienen otras ocupaciones profesionales.
Por su parte, el alcalde de Calonge, Jordi Soler, cobrará 62.000 euros brutos anuales tras aumentarse un 35% los honorarios. El Ayuntamiento de Port de la Selva ha aumentado, por su parte, un 29,6% los gastos en sueldos de los altos cargos electos.
Otro caso es el de Port de la Selva, cuyo consistorio ha aumentado un 29,6% los gastos en sueldos de altos cargos. Su alcalde, Josep María Cervera, pasará a cobrar 2.700 euros pese a que también tiene otras ocupaciones profesionales.
En Cassà se aprobó un aumento del sueldo bruto de su alcalde de CiU, Enric Bagué, de más de un 15% respecto al anterior regidor. Percibirá 54.000 euros anuales alegando dedicación exclusiva. No obstante, el alcalde dio marcha atrás ante la avalancha de críticas recibidas.
El caso de Vallromanes: CiU gobierna tras pactar con la lista más votada, Independientes de Vallromanes. La alcaldesa Mariluz Muñoz puede percibir 28.000 euros, lo que ha comportado una ampliación de los presupuestos del municipio.
Otro caso es el de Mollet, que aprobó un aumento de sueldo del 32% -lo que lo deja en 78.000 euros- para su alcalde Josep Monràs, que cobraba 83.500 euros de la Diputación de deportes. La Diputación está en manos de CiU y PP, pero Monràs podrá mantener sus ingresos provenientes de allí intactos. Monràs fue perseguido por centenares de ciudadanos tras aprobarse este aumento.
El alcalde socialista de La Canonja, dice La Gaceta, es igualmente notorio. El aumento de sueldo es de 35.000 euros y alcanza los 60.000 anuales. La Canonja se constituyó como municipio independiente en abril de 2010.
En Montcada i Reixac, Albert Barenys, coordinador general del ayuntamiento del PSC, ha visto aumentar su sueldo en 23.000 euros, sólo nueve días después de acceder al cargo. Ahora percibirá 65.000 euros por su cargo de confianza.
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